¿Qué tipo de mantenimiento requieren las ventanas de PVC?
Si has instalado ventanas de PVC o estás pensando en hacerlo, seguro que una de las cosas que más te interesa es saber cómo mantenerlas en buen estado. La buena noticia es que no te van a dar apenas trabajo. En Tu Ventana Madrid, como especialistas en instalación de ventanas de PVC, lo decimos claro: este tipo de ventanas son una opción excelente no solo por su aislamiento, sino porque su mantenimiento es mínimo.
No se oxidan, no pierden color, no necesitan pintura, y con unos cuidados muy básicos pueden durar décadas como nuevas. En este artículo te contamos qué tipo de mantenimiento necesitan realmente las ventanas de PVC, qué hacer (y qué no), y por qué son una elección tan práctica frente a otros materiales como el aluminio. Porque cuidar de tus ventanas no tiene por qué ser complicado.
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¿Por qué las ventanas de PVC requieren tan poco mantenimiento?
Las ventanas de PVC son la opción perfecta para quienes buscan comodidad, eficiencia y durabilidad sin complicaciones. A diferencia de otros materiales, el PVC no necesita cuidados constantes ni tratamientos específicos, lo que lo convierte en una solución ideal para hogares modernos y prácticos.
Un material diseñado para durar
El PVC (policloruro de vinilo) es un material plástico de alta resistencia que, en el sector de la carpintería exterior, ha demostrado ser fiable, duradero y muy fácil de conservar. Sus principales cualidades son:
No se oxida ni amarillea, al contrario que el aluminio en ambientes húmedos.
No se deforma ni se agrieta con el paso del tiempo como puede ocurrir con la madera.
No requiere barnices, pinturas ni productos especiales para mantener su aspecto.
Su superficie es lisa y no porosa, lo que evita la acumulación de suciedad y facilita mucho su limpieza ocasional.
Estructura que refuerza su bajo mantenimiento
Las ventanas de PVC actuales incorporan perfiles multicámara que no solo mejoran el aislamiento, sino que refuerzan la solidez de la estructura. Estas cámaras internas:
Aumentan la eficiencia energética
Proporcionan estabilidad estructural
Reducen el estrés en los puntos de cierre y apertura
Además, el PVC tiene una baja conductividad térmica, lo que significa que no se calienta ni se enfría de forma excesiva. Esto reduce dilataciones o contracciones que puedan dañar los marcos o mecanismos.
El poco mantenimiento que sí conviene hacer
Aunque hablamos de un material prácticamente “libre de mantenimiento”, conviene realizar algunas revisiones básicas una o dos veces al año:
Revisar juntas de goma y burletes, asegurándose de que estén en buen estado y sin residuos.
Lubricar suavemente los herrajes y bisagras, para asegurar un funcionamiento fluido.
Comprobar que las hojas cierran bien, sin holguras ni roces innecesarios.
Son tareas muy puntuales, pero que alargan la vida útil y el rendimiento de tus ventanas de PVC.
¿Cómo limpiar las ventanas de PVC?
Una de las grandes ventajas de las ventanas de PVC es que mantenerlas limpias es realmente sencillo. Gracias a su superficie lisa y poco porosa, la suciedad no se incrusta fácilmente, y con una limpieza regular y básica, tus ventanas pueden conservar su buen aspecto durante años.
¿Cada cuánto hay que limpiarlas?
La frecuencia ideal depende de dónde vivas. En ciudades como Madrid, con más polvo y contaminación, lo recomendable es hacer una limpieza completa cada tres meses. En zonas más limpias o menos expuestas al tráfico, con dos veces al año puede ser suficiente.
¿Con qué productos limpiarlas?
No necesitas productos caros ni complicados. De hecho, lo más sencillo suele ser lo más efectivo:
Agua tibia y jabón neutro
Paño de microfibra o esponja blanda para evitar arañazos
Para los cristales, puedes usar un limpiacristales convencional y secarlos con un papel de cocina
Consejos prácticos
Evita siempre productos abrasivos, amoniaco, disolventes, estropajos metálicos o limpiadores a presión. Estos pueden dañar el acabado del PVC o deteriorar las juntas de sellado.
Limpia también los marcos interiores y los carriles, donde suele acumularse más suciedad.
Aprovecha la limpieza para revisar visualmente juntas y herrajes.
Con estos simples cuidados, tus ventanas de PVC seguirán funcionando y luciendo como el primer día, sin complicaciones.
¿Cómo revisar visualmente las juntas y herrajes?
Aunque las ventanas de PVC se caracterizan por su bajo mantenimiento, es recomendable revisar de forma ocasional algunos elementos móviles y de sellado para garantizar un funcionamiento óptimo a largo plazo.
Herrajes:
Los herrajes son las piezas metálicas que permiten que la ventana abra, cierre y se mantenga en su posición. Aunque están fabricados con materiales resistentes, conviene:
Lubricar ligeramente los mecanismos una o dos veces al año
Usar un aceite lubricante específico o spray de silicona
Evitar aceites muy densos o productos con residuos, ya que pueden atraer polvo
Aplica una pequeña cantidad en bisagras, manillas y puntos de cierre, y mueve la hoja unas cuantas veces para repartir el producto.
Juntas de goma:
Las juntas de goma (también llamadas burletes) se encargan de garantizar el aislamiento térmico y acústico. Si se cuidan bien, pueden durar muchos años sin necesidad de cambio.
Limpia las juntas con un paño húmedo y jabón neutro
Si notas que empiezan a resecarse, aplica una capa ligera de vaselina neutra o spray de silicona
Evita productos agresivos que puedan dañarlas
Con revisar estos elementos una vez al año es más que suficiente para asegurar que todo sigue funcionando correctamente. Es un gesto simple que ayuda a evitar pequeñas averías y a prolongar la vida útil de tus ventanas.
¿Cuánto tiempo de vida tiene una ventana de PVC?
Una de las preguntas más habituales que recibimos en Tu Ventana Madrid es: ¿cuánto duran realmente las ventanas de PVC? La respuesta es clara: con un uso normal y un mantenimiento básico, pueden durar perfectamente más de 30 años.
Este excelente nivel de durabilidad se debe a las propiedades del material. El PVC es altamente resistente a la humedad, los rayos UV y los cambios bruscos de temperatura, tres de los factores que más deterioran las ventanas con el paso del tiempo. A diferencia de la madera, que puede pudrirse o deformarse, o el aluminio, que necesita tratamientos para evitar la corrosión, el PVC mantiene su forma, color y rendimiento con muy poco esfuerzo.
Además, el paso del tiempo no afecta solo a la estética, sino también a la eficiencia. Las ventanas de PVC bien mantenidas conservan su capacidad de aislamiento térmico y acústico durante décadas, lo que se traduce en confort y ahorro energético a largo plazo.
Con una limpieza periódica, revisiones sencillas de juntas y herrajes, y evitando el uso de productos abrasivos, las ventanas de PVC se mantendrán en perfecto estado sin necesidad de grandes intervenciones.
En resumen, cuando instalas ventanas de PVC, estás haciendo una inversión inteligente y duradera para tu hogar. Y si confías en profesionales especializados como nosotros, te aseguras una instalación de calidad que multiplica la vida útil de tus ventanas.
Conclusión
Las ventanas de PVC son una solución duradera, eficiente y cómoda para cualquier hogar. Su mantenimiento es mínimo y accesible para todos: con una limpieza básica y pequeñas revisiones ocasionales, se conservan en perfecto estado durante décadas.
Frente a otros materiales, el PVC destaca por su resistencia, su capacidad de aislamiento y su facilidad de cuidado. En Tu Ventana Madrid llevamos años instalando este tipo de ventanas y sabemos por experiencia que son una inversión segura. Si buscas confort, ahorro y tranquilidad, el PVC es la mejor opción.
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